
Hoy se celebra el Día Mundial del Asma, una fecha que se celebra cada año el primer martes de mayo. Se trata de un evento de carácter global impulsada por GINA, la Iniciativa Global contra el Asma (Global Initiative for Asthma) con el objetivo de concienciar sobre el impacto del asma en todo el planeta y contribuir a mejorar su cuidado. La primera vez que se celebró el Día Mundial del Asma fue en 1998, conjuntamente con la primera Reunión Mundial sobre el Asma que se celebró en Barcelona.
Cada año la GINA hace hincapié en un aspecto del asma sobre el que centrar la atención, para que todos los actos del Día Mundial del Asma giren en torno a un tema. Este año se ha querido incidir en la necesidad de detener el asma a través de cuatro pasos, utilizando la palabra STOP como juego de palabras:
- Síntomas (a evaluar)
- Testar la respuesta a la medicación y condiciones ambientales
- Observar y evaluar de manera continuada a los pacientes
- Proceder a ajustar el tratamiento y las medidas de control ambiental.
El asma es una enfermedad crónica caracterizada por ataques recurrentes de falta de aire y sibilancias. Aunque puede afectar a personas de todas las edades, se trata de la enfermedad crónica más frecuente en niños y niñas. Se calcula que en la actualidad hay 235 millones de pacientes en todo el mundo, y está presente en todos los países, aunque el mayor número de muertes por asma (80%) se da en países con pocos recursos. Uno de los principales retos mundiales respecto al asma es reducir el número de casos no diagnosticados.
El asma es una enfermedad que conlleva una serie de cargas inevitables pero, con el conocimiento y el tratamiento adecuado, puede tenerse bajo control y permitir a los pacientes llevar una vida totalmente normal.
Hoy, 7 de mayo, queremos sumarnos a esta celebración y contribuir a concienciar sobre una enfermedad cuyas consecuencias podrían agravarse durante la próxima década si no se toman las medidas necesarias.
Fuentes: respirar.org, Ginasthma.org y OMS