
Hoy domingo 14 de junio se celebra como cada año el Día Mundial del Donante de Sangre, una cita auspiciada por la Organización Mundial de la Salud para recordar la relevancia sanitaria de la donación de sangre, así como dar las gracias a todas las personas que contribuyen a mejorar la salud de la población de manera altruista. Disponer de sangre segura es una necesidad universal en hospitales y centros sanitarios de todo el planeta y por ello la donación de sangre se ha convertido en uno de los pilares silenciosos para sistemas sanitarios de todo el planeta.
La donación de sangre es clave en numerosas situaciones sanitarias, entre las que se encuentran:
- Tratamientos e intervenciones urgentes.
- Aumento de esperanza y calidad de vida en pacientes con enfermedades potencialmente mortales.
- Procedimientos médicos y quirúrgicos complejos.
- Tratamiento de heridos durante urgencias (desastres naturales, accidentes, conflictos armados, etc.).
- Atención materna y neonatal.
Aun así, el acceso a la sangre segura tiene a día de hoy un sesgo socioeconómico, dado que la mayoría de países bajos y medianos tienen dificultades por la falta de donaciones y de equipos para analizar la sangre. Según la OMS, el 42% de las donaciones de sangre se realizan en países de ingresos altos, en los que sólo vive el 16% de la población mundial.
Es por ello que el lema escogido por la OMS para la campaña de 2020 tiene una clara vocación de globalidad: «Dona sangre para que el mundo sea un lugar más saludable». La campaña parte con cuatro objetivos:
- Dar las gracias a los donantes.
- Sensibilizar sobre la necesidad urgente de disponer de más sangre segura.
- Demostrar que el acceso universal a transfusiones de sangre segura es una necesidad para la prestación de una atención sanitaria eficaz y para lograr la cobertura sanitaria universal contemplada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
- Obtener apoyos a escala nacional, regional y mundial.
Fuente: OMS