
Retomamos nuestra sección ‘El Altavoz del Profesional’ dando la bienvenida a una de las farmatuiteras más activas de la red: Mª José Cachafeiro, farmacéutica titular de La botica de Teté (el otro nombre por el que la conoce la ‘tuitesfera’). Además de regentar esta farmacia de Turón, en el concejo asturiano de Mieres, Mª José es una gran convencida de la farmacia asistencial, apostando por una botica volcada en las necesidades de los pacientes y plenamente activa en el Sistema Nacional de Salud. Hoy en El Altavoz nos habla precisamente de las piezas clave para impulsar este nuevo modelo asistencial: los servicios profesionales farmacéuticos.
Hola, me llamo María José Cachafeiro y aprovecho este altavoz que me brinda La Farmacia Hoy para hablaros de servicios profesionales.
Desde hace un tiempo, algunos farmacéuticos hemos ido orientando nuestras oficinas de farmacia hacia lo asistencial, ofreciendo a nuestros pacientes no sólo los medicamentos que necesitan (punto muy importante y que no podemos olvidar) sino también una serie de servicios centrados en el paciente y en su salud.
En los tiempos revueltos que vivimos, la sociedad en general y las oficinas de farmacia en particular, con copagos, bajadas de precios, desfinanciaciones de medicamentos, etc, muchos otros compañeros comienzan a ver la necesidad de avanzar como establecimiento sanitario y como profesionales de la salud que somos.
Nos hemos convertido en una sociedad longeva, con un alto nivel de población de edades superiores a los 65 años. Población que en muchos casos conserva un perfecto estado de salud y se preocupa por mantenerlo, y en otros convive con alguna patología crónica para la que sigue algún tipo de tratamiento.
Es la propia sociedad, o al menos una parte de la misma, la que comienza a requerir unos servicios y cuidados que van más allá de la dispensación o la indicación de medicamentos. Servicios que no son más demandados porque en muchas ocasiones no son conocidos.
Los farmacéuticos somos profesionales muy formados con amplios conocimientos sanitarios y un potencial que no debería ser desaprovechado. La puesta en marcha de servicios farmacéuticos nos ayuda a mostrar a la población parte de ese potencial al tiempo que nos hace crecer como profesionales.
Y es que cada vez es más habitual que nuestros pacientes no esperen a acudir a la farmacia cuando ya están enfermos y necesitan un medicamento, sino que lo hagan en busca de información sobre cómo mantener su salud y prevenir la aparición de patologías.
Ofrecer servicios en esa línea como pueden ser el cálculo del riesgo vascular, la cesación tabáquica, la medida y control de la presión arterial mediante AMPA o MAPA, el SPD, los cribados de ciertas enfermedades, el seguimiento farmacoterapéutico, etc. resulta beneficioso para la salud de la población, para la imagen profesional del farmacéutico, para la cuenta de resultados de la oficina de farmacia (porque no entiendo la oferta de estos servicios si no son remunerados) y para el sistema sanitario en la medida en que se logre mejorar el control de algunas patologías.
No es la primera vez que al farmacéutico le toca reinventarse como profesional, en su momento pasamos de ser elaboradores a dispensadores de medicamentos. Hagámoslo ahora a proveedores de servicios de salud y prevención.
Para implantar estos servicios se hace necesario complementar nuestra formación, mantenerse actualizados y seguir unos protocolos. En este aspecto podemos apoyarnos tanto en nuestros colegios profesionales (la mayoría ya han implantado sus propias carteras de servicios) como en nuestra sociedad científica SEFAC.
Algunos, al leerme estaréis pensando que es muy bonito sobre el papel pero que llevarlo a la práctica cuesta mucho, y tenéis razón, no es fácil, pero ¡se puede! Y cuando lo haces resulta muy gratificante y motivador. ¿Te apuntas?