Imagen de ilustración de un reloj de pulsera con una luna

Los turnos de noche de las farmacias de guardia o de las farmacias 24 horas se han convertido en un servicio de urgencia indispensable para los ciudadanos. A grandes rasgos, cada Consejería de Salud y Colegio Oficial de Farmacéuticos gestiona los servicios de urgencia de su región y supervisa que cumplan con la legislación vigente;…

Los turnos de noche de las farmacias de guardia o de las farmacias 24 horas se han convertido en un servicio de urgencia indispensable para los ciudadanos. A grandes rasgos, cada Consejería de Salud y Colegio Oficial de Farmacéuticos gestiona los servicios de urgencia de su región y supervisa que cumplan con la legislación vigente; esta legislación obliga a la existencia de un número mínimo de oficinas de farmacia con servicios de guardia diurna y un número mínimo con servicios de guardia nocturna, en función del número de habitantes de cada localidad, aunque hay ligeras modificaciones en algunos territorios (fuente: PortalFarma).

El objetivo final es que todos los habitantes cuenten con la posibilidad de acceso ininterrumpido a una oficina de farmacia, para poder ser atendidos en caso de urgencia, en cualquier momento, sin necesidad de largos desplazamientos.

Para que los servicios de guardia nocturnos se puedan llevar a cabo, es necesaria la figura del farmacéutico o farmacéutica de guardia, un rol tan indispensable como sacrificado; un profesional capacitado para la dispensación que pueda atender urgencias farmacéuticas a cualquier hora de la noche. Pero el profesional farmacéutico, a pesar de sus muchas virtudes, no es un superhéroe, y una noche de guardia puede convertirse en una travesía en el desierto, además de acarrear ciertas secuelas para su bienestar.

Por eso queremos plantear una serie de consejos que pueden resultar de utilidad para sobrellevar con salud y buena cara esas largas noches en la oficina de farmacia.

Consejos para afrontar la noche de guardia

  • Usar calzado cómodo. Van a ser muchas horas de confinamiento; será mejor elegir bien para que no entren ganas de quitarse los zapatos a las pocas horas.
  • Adelantar tareas del día a día de la farmacia que se han ido posponiendo durante la semana: inventario, entradas y retiradas de medicamentos, mantenimiento de sistemas y del propio local, etc. Servirá para mantenerse activo y combatir el aletargamiento.
  • Hidratarse con frecuencia. Tener siempre a mano un vaso o un botellín de agua ayudará a mantener la garganta y el organismo bien hidratados.
  • Caminar y cambiar de postura con frecuencia. Pasar demasiadas horas en la misma posición, además de ser malo para la circulación venosa, puede producir sueño. Moverse servirá para reactivarse y evitar problemas de piernas cansadas.
  • No cenar pesado. Pocas cosas pueden producir más pereza que afrontar una noche de vigilia con la tripa hinchada y una digestión lenta y pesada.
  • Dormir bien, antes y después. Una siesta por la tarde servirá para afrontar la guardia con más energía. Al llegar a casa la mañana siguiente, es recomendable darse una ducha y hacer unos estiramientos antes de dormir, para combatir el exceso de adrenalina que puede producir una noche en vela.

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