¿Problemas de garganta? ¿En verano? ¿Pero eso no es algo más propio de estaciones frías como el otoño o el invierno? Sí y no. El verano es la estación más cálida y la lógica de primeras nos dice que eso debería alejar los problemas de garganta… pero es una estación traicionera.
Y es que sí, en la calle hace calor durante el día, pero según donde vivamos la temperatura puede bajar cuando se hace de noche y pillarnos sin ropa para abrigarnos y proteger la garganta. Este contraste se da más en regiones de interior por la ausencia un factor regulador de la temperatura tan poderoso como es el mar. Pero las regiones de costa tampoco se libran de cambios térmicos, vientos o tormentas ocasionales que puedan pillar sin protección al paciente.
Por otro lado, no podemos olvidar uno de los compañeros más buscados del verano: el aire acondicionado. Deseado por muchos y temido por otros, se trata de un elemento que extrema el contraste de temperatura entre la calle y el interior de la casa, de locales comerciales o de vehículos, y puede convertirse por tanto en un arma de doble filo. Estos aparatos pueden irritar y resecar las vías respiratorias y favorecer la entrada de microorganismos que nos hagan enfermar.
Por estos motivos son tan frecuentes en verano los dolores de garganta, la tos, irritación, inflamación de las amígdalas, molestias al tragar, o incluso los resfriados y otras enfermedades como faringitis, laringitis, sinusitis o incluso neumonías, en personas inmunodeprimidas.
¿Cómo podemos prevenir estas molestias?
En primer lugar, se recomienda evitar abusar del aire acondicionado, tanto en casa como en el coche. Tanto si vas a desplazarte durante cinco horas por carretera como si vas a permanecer toda la tarde en tu casa, no tengas puesto el aire acondicionado todo el tiempo; ponlo a ratos y evitando exponerte directamente a la salida del aire. Se recomienda, asimismo, establecer la temperatura en torno a 22º centígrados. Trata de no permanecer demasiado tiempo en locales donde sientas que el aire acondicionado está especialmente frío, sobre todo si vienes de estar a 35º en la calle.
En lo que se refiere al clima, trata de llevar la precaución por bandera y consulta la meteorología antes de salir de casa, para cerciorarte de si va a bajar la temperatura y tienes que llevar contigo algún abrigo, chaqueta o braga de cuello para proteger tu garganta.
Tratar de evitar los cambios de temperatura es algo que la garganta siempre agradecerá, aunque si es tarde y las molestias han llegado, siempre quedará la farmacia comunitaria para ofrecer alivio en forma de bucofaríngeos, y otros consejos que ayuden al paciente a sobrellevar de la mejor manera posible su afección.