
La vida está hecha de ciclos, y seguro que el de estas fechas es uno que se repite sin falta año tras año: clientes que marchan de vacaciones y acuden a la farmacia para aprovisionarse adecuadamente con todo lo necesario para evitar sustos en sus semanas de asueto: desde la medicación de prescripción pautada por sus médicos hasta el último componente del botiquín de mano, que no ha de faltar en cada viaje.
Como profesional de la farmacia comunitaria, seguro que tendrás interés en aprovechar esta ocasión de potenciar las ventas cruzadas y ofrecer a tus clientes todo un abanico de soluciones que puedan ayudarle a pasar unas vacaciones más tranquilas. Claro que no todos los viajes son iguales ni todos los viajeros entran a la farmacia con las mismas necesidades, por lo que el consejo variará de unos a otros.
Consejo farmacéutico para viajes en familia
Para viajes en familia, sobre todo en el caso de que haya niños, visitar la farmacia antes de partir puede reducir mucho la carga de posibles complicaciones. Además de llenar el botiquín de todo lo necesario para solventar imprevistos leves como heridas o cortes (gasas esterilizadas, esparadrapo, agua oxigenada, etanol, crema antibiótica…), conviene prestar mucha atención a la protección solar.
Llevar un factor de protección adecuado será clave para evitar quemaduras solares cuando vayan a pasar muchas horas de exposición al sol. Será importante saber si algún miembro de la familia, especialmente niños, tienen alguna necesidad especial, como pieles atópicas, a la hora de recomendarles una crema adecuada.
Si van a conducir y tienen que tomar alguna medicación, es básico que conozcan los efectos secundarios de los fármacos que vayan a consumir, para conocer si existen contraindicaciones. Además, se recomienda parar entre veinte y treinta minutos cada dos horas de carretera, para descansar y mantenerse alerta en la conducción.
Consejo farmacéutico para viajes mochileros
Cada vez son más los grupos de amigos e incluso parejas que optan por añadir un ingrediente de aventura a sus vacaciones y se lanzan al turismo mochilero. Este tipo de viajes tienen un grado de incertidumbre que puede esconder momentos inolvidables, pero también sustos e imprevistos. Por ello, conviene tener en cuenta algunos consejos extra, sobre todo si se viaja a lugares exóticos.
Usar repelentes de mosquitos para reducir el riesgo de picaduras también reducirá el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por estos molestos insectos. Las autoridades sanitarias recomiendan utilizar repelentes como el IR3535 o el DEET. También convendrá reducir, a través de la vestimenta y en la medida de lo posible, la exposición de la piel en aquellos lugares donde sepamos que va a haber grandes concentraciones de mosquitos.
Este tipo de rutas incluyen grandes caminatas, por lo que llevar apósitos especiales para ampollas puede ser una buena idea para reducir molestias en los pies. También pueden ser de gran utilidad pomadas específicas para rozaduras.
Por último, no podemos olvidar uno de los grandes atractivos de este tipo de viajes exóticos: la gastronomía. Seguro que los más intrépidos no tendrán problema en probar todo tipo de productos y platos locales. Pero esto, sumado a la composición del agua corriente en algunos países, puede provocar desajustes en la flora intestinal. Para mantener el equilibrio de la flora intestinal en pacientes que viajen a lugares exóticos, puede ser de gran ayuda el uso de probióticos específicos para viajeros.
Con precaución adecuada y la siempre bienvenida ayuda de la farmacia comunitaria, los viajeros y viajeras de todo tipo podrán equiparse adecuadamente para superar todo tipo de situaciones y pasar un verano formidable.