Llega el verano y con él (supuestamente), el buen tiempo, las altas temperaturas… y las molestias circulatorias en las extremidades inferiores. El calor estival puede afectar a la salud de las venas, contribuyendo a producir una vasodilatación y un aumento de la permeabilidad capilar que pueden afectar al retorno venoso e incrementar las molestias de las varices en las piernas.
Por este motivo las varices son más frecuentes en verano, pero eso no significa que las vacaciones no puedan ofrecer ciertas oportunidades para cuidar las venas. Y si no, siempre estará la farmacia comunitaria al lado del paciente, para echar una mano a aquellas piernas más necesitadas de alivio y de consejos para mejorar el retorno venoso en estas fechas.
¿Qué consejos puede ofrecer la farmacia para reducir las molestias de las venas varicosas?
En primer lugar, conviene tener en cuenta las principales pautas de vida saludable que pueden ayudar a mejorar el retorno venoso. Caminar y mantenerse activo durante el día ayuda a contraer los músculos de las piernas y favorece el funcionamiento de las válvulas venosas y la circulación ascendente del flujo sanguíneo. Aprovechar las horas de día para pasar tiempo al aire libre y en movimiento puede ser un buen comienzo para reducir las molestias de las varices. Puestos a caminar, puede ser más beneficioso (y placentero) si existe la posibilidad hacerlo por la orilla de la playa, por donde rompen las olas. En caso de no disponer de playa cercana, andar por la hierba recién regada puede ser un sustituto adecuado.
Hay otro deporte muy habitual del verano que también puede resultar beneficioso para mejorar las molestias de las varices, aunque resulta algo más exigente que caminar: la natación. Al ejercitar músculos de todo el cuerpo y realizarse en una posición horizontal, con las piernas constantemente rodeadas de agua, se favorece el masaje continuo a una temperatura favorable para el retorno venoso.
En cuanto a la vestimenta, se recomienda evitar prendas ajustadas (como pantalones ceñidos, fajas, cinturones o calcetines con elásticos fuertes) que puedan dificultar la circulación; es preferible el uso de ropas ligeras y cómodas. Por otro lado, es aconsejable usar tacones de unos dos o tres centímetros para lograr una superficie óptima de apoyo del pie.
Si se dispone de una tumbona que llevar a la playa o piscina, conviene descansar dos o tres veces al día con los pies en alto. La aplicación de masajes con cremas o geles fríos, de pies a rodillas en la dirección del retorno venoso, también puede ser de gran ayuda durante estos días de calor. Para realizar estos masajes, también se puede recomendar un tónico venoso con un principio activo como la hidrosmina, que contribuye a mejorar el tono de las venas y a incrementar la resistencia de los vasos capilares.
En algunos casos también se puede valorar el uso de medias de compresión. Por último, si se considera necesario conviene derivar al especialista médico. Para casos de insuficiencia venosa y varices, el cirujano vascular será el encargado de realizar las pruebas oportunas y valorar si es necesario un tratamiento concreto o una cirugía específica.