
Llegamos al final de un año muy complicado, que nos ha puesto a prueba en muchos sentidos, pero eso no significa que no celebremos la Navidad. Nos encontramos en esa época en la que más ganas tenemos de disfrutar de los nuestros, queremos desearos que tengáis felices fiestas y que disfrutéis de la familia todo lo que las circunstancias os lo permitan. Este año, por precaución, las reuniones vayan a tener sus limitaciones en cuanto a número de personas, pero seguro que los homenajes culinarios volverán a estar a la orden del día, como siempre por estas fechas.
Aprovechamos la ocasión para recordaros algunas pautas básicas que os ayudarán a mantener la salud y el equilibrio digestivo durante la Navidad; consejos que, aunque sean muchas veces de sentido común, nunca está de más tenerlos a flor de piel tanto para complementar al consejo farmacéutico desde vuestro mostrador, como para aplicarlos a vuestra rutina diaria de Adviento.
- Escuchar al cuerpo cuando esté saciado. Aunque las sobremesas se alarguen los días de banquete, es importante escuchar a nuestro cuerpo cuando ya no pida más alimento, y procurar no terminar demasiado hinchados.
- Comer saludable y moderadamente. Hay fechas señaladas para los banquetes navideños, que suelen ser de una opulencia mayor a la habitual. Pero el resto de días conviene mantener una alimentación cuidada y equilibrada: ni comer de más, ni comer de menos.
- Incluir frutas y verduras en la alimentación. Las frutas y verduras deben estar siempre integradas en nuestra dieta, y las semanas navideñas no han de ser una excepción a esta regla.
- Hidratarse adecuadamente. Beber agua con frecuencia es una de las claves para mantener una nutrición saludable, ya que ayuda al proceso digestivo.
- Salir a caminar. Realizar actividad física con frecuencia es una de las claves para una buena salud, y caminar es una magnífica opción. Aunque el clima invernal no sea el más halagüeño para salir a dar paseos, si hacemos el esfuerzo de dedicar un rato cada día a mover las piernas, nuestro cuerpo y nuestra mente lo agradecerán.
- Dormir bien. Es importante mantener una buena rutina de sueño para tener el cuerpo descansado y el cerebro despejado. Para ello, conviene intentar mantener unos horarios regulares y no someter a nuestro organismo a demasiadas variaciones en esta rutina.
- Adherencia a tratamientos farmacológicos. La Navidad es una época que invita a cambiar nuestros hábitos durante unas semanas, y eso también es posible que pase durante este 2020 tan especial. Pero ello no debe suponer cambios en las rutinas terapéuticas. Seguir bien los tratamientos, según las pautas de los profesionales sanitarios, es fundamental para una correcta evolución de las patologías diagnosticadas, y la farmacia comunitaria es una gran aliada en el fomento de la adherencia terapéutica.
Recordemos que la salud es lo más importante, también en estas fechas. Por ello, icemos la bandera de la prudencia y disfrutemos de las mejores navidades posibles, con la mejor compañía que permitan las circunstancias y respetando siempre las medidas de prevención.