
El final del verano supone, para muchas personas, el regreso a la oficina. La vuelta al café de cada mañana (y el del almuerzo y el de después de comer, según para quién), el retorno de los atascos diarios o de las aglomeraciones en el transporte público, el regreso de las reuniones interminables y los informes para ayer, del menú de táper recalentado, de los ojos pegados a la pantalla, de las malas posturas en la silla de la oficina…
Este retorno es normal, aunque requiere de cierto período adaptativo. Pero conviene tener en cuenta que el día a día de la oficina, aunque necesario para tener una nómina mes a mes, esta rutina suele llevar asociados una serie de hábitos poco recomendables que pueden derivar en ciertas dolencias o problemas de salud.
Repasemos estos hábitos y qué consejos puede ofrecer la farmacia comunitaria para minimizar estas complicaciones.
Postura corporal. Uno de los aspectos más nocivos de la rutina de oficina es la postura que mantenemos durante gran parte del día. Pasar muchas horas seguidas en la silla puede ocasionar, por ejemplo, contracturas musculares. Se recomienda levantarse y realizar estiramientos cada cierto tiempo.
Otro problema asociado a estancias prolongadas en esta posición es la aparición de molestias en las venas relacionadas con la insuficiencia venosa. Por ello, conviene cambiar de postura con frecuencia y levantarse al menos cada dos horas para mover un poco las piernas. También puede ser de ayuda realizar estos ejercicios propuestos por la Asociación Cuida Tus Venas.
Dieta del táper. Otra consecuencia de pasar tantas horas al día en el mismo espacio es que el táper se convierte en un compañero más de oficina, que ayuda a ahorrar tiempo y dinero. Quizás no sea el menú deseado por todos, pero puestos a llevar tartera, tengamos en cuenta estos consejos:
-Usar táper de vidrio, ya que conserva mejor el sabor de los alimentos, es más fácil de lavar y puedes calentarlo en el microondas sin riesgo para la salud.
–Medir el contenido en un plato antes de echarlo en el táper, para calcular mejor la cantidad. Mejor no llevar por accidente una doble ración y tener que lidiar con digestiones pesadas.
-Apostar por alimentos hervidos antes que fritos, y no olvidar las raciones diarias de frutas y verduras.
El aire acondicionado. El uso de aire acondicionado puede resultar un alivio sobre todo en días de calor, pero también se puede convertir en causa de problemas de garganta que todos preferimos evitar. Es conveniente que la temperatura de la oficina no tenga más de 10ºC de diferencia respecto a la calle, para no someter el cuerpo a una bajada de temperatura brusca al entrar a trabajar.
Con estos consejos y unas buenas pautas para manejar el estrés del regreso, estaremos dando pasos para lograr un día a día saludable en la oficina.