
El cuidado de la salud cardiovascular está tornándose en algo prioritario en España; se hace cada vez más obligatorio prestar atención a nuestro corazón y vasos sanguíneos en un país en el que las enfermedades cardiovasculares suponen la primera causa de mortalidad. Por este motivo es tan importante una fecha como el pasado 29 de septiembre, Día Mundial del Corazón, en el que se busca concienciar a la población sobre esta problemática y se reivindica la necesidad de adoptar una serie de hábitos saludables para mantener a raya complicaciones como enfermedades cerebro vasculares o infartos, o el desarrollo de enfermedades como diabetes tipo 2.
La Fundación Española del Corazón propone a la población tres promesas para cuidar su corazón:
- Llevar una alimentación sana y equilibrada.
- Incrementar el nivel de actividad física.
- Dejar de fumar.
Se trata de hábitos que requieren de una buena dosis de fuerza de voluntad para llevarse a cabo, en los que se puede agradecer una ayuda externa… ¿Y qué mejor lugar para prestar esa ayuda que la farmacia comunitaria?
- Farmacia y deporte. En la farmacia no podrás preparar un plan de entrenamiento a tus pacientes, pero sí podrás ayudarles a mejorar su rendimiento y prevenir lesiones, de tal forma que no vean cortada su rutina de actividad física. Puedes recomendar, por ejemplo, apósitos para prevenir las rozaduras con la ropa o calzado deportivo, crema solar para evitar quemaduras ante exposiciones prolongadas al sol o soluciones de glucosa para evitar bajones glucémicos durante el ejercicio.
- Asesoramiento nutricional. Desde la Zona de Atención Personalizada, las farmacias comunitarias que cuenten con un especialista en nutrición y dietética pueden ofrecer consejo sobre pautas y hábitos alimenticios, no sólo para perder calorías, sino para cuidar la salud cardiovascular.
- Cesación tabáquica. Cada vez son más las personas que logran dejar de fumar gracias a la ayuda de la farmacia comunitaria. Para que una farmacia pueda ofrecer un servicio de cesación tabáquica a sus clientes, debe tener una zona privada de atención, disponer de un sistema de registro de la documentación y contar en plantilla con especialistas capacitados. SEFAC cuenta con el programa CESAR, que capacita a farmacéuticos comunitarios en la prestación de este servicio de cesación, en colaboración con los profesionales médicos.
Cuidar el corazón cobra cada vez más importancia para la salud ciudadana, y la farmacia comunitaria, como establecimiento de salud, puede ser un eje clave en la persecución de este objetivo.