
El pasado 7 de mayo se celebró el Día Mundial del Asma, una fecha clave en el calendario mundial para reivindicar la importancia de vigilar y cuidar los síntomas del asma, una enfermedad crónica que afecta a 235 millones de personas en todo el planeta, con presencia en todos los países del mundo.
La campaña de este año se ha volcado en incidir sobre la necesidad de detener la propagación de la epidemia, a través de cuatro pilares que forman la palabra “STOP”:
- Síntomas (evaluarlos)
- Testar la respuesta a la medicación y condiciones ambientales
- Observar y evaluar de forma continua a los pacientes
- Proceder a ajustar las pautas del tratamiento y aplicar medidas de control ambiental
El asma es un reto sanitario de escala global que afecta a todos los estamentos sanitarios. Para afrontarlo con garantías, es clave la implicación de todas las capas del Sistema Nacional de Salud. Y no podía ser menos en el caso de la farmacia comunitaria.
¿Qué consejos puede ofrecer la farmacia comunitaria a los pacientes con asma?
Además de dispensar los medicamentos prescritos por el médico y dar las indicaciones precisas sobre su uso, la labor del farmacéutico puede ir más allá, y contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes.
- Detección de errores en el uso de inhaladores y abordaje de las soluciones. El mal uso de los inhaladores impacta negativamente en su efectividad y puede relacionarse con la falta de adherencia a la terapia. Los farmacéuticos, por su formación, tienen conocimientos para aconsejar a los pacientes el uso correcto de estos dispositivos tan importantes para los pacientes con asma.
- Consejos de vida saludable. Los expertos recomiendan a los pacientes con asma la práctica de ejercicio físico, siempre que se haga de manera controlada y siguiendo unas pautas marcadas por el especialista. Por otro lado, todavía no hay estudios suficientes para vincular la alimentación con el asma, aunque conviene tener mucho cuidado con las alergias alimentarias.
- Realización de espirometrías. Algunas boticas ofrecen evaluaciones de la función pulmonar a través de espirometrías.
- Derivación al especialista. Los profesionales de la farmacia comunitaria están en una buena posición para realizar un seguimiento más continuado a los pacientes y su tratamiento, y sabrán derivar al médico cuando así lo vean necesario.