El pasado 21 de noviembre se celebró el Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, para homenajear a las víctimas de accidentes viales y a sus familiares. La relación entre la farmacia comunitaria y la seguridad vial es más estrecha de lo que pudiera parecer a simple vista; y es que muchos medicamentos autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) puede afectar de alguna forma a la capacidad de conducción.
El consumo de medicamentos sin el auspicio informativo de los profesionales de la salud conlleva muchos riesgos, entre los que se incluye una afectación en la capacidad de conducción. Es por este motivo que la dispensación farmacéutica llevada a cabo por los profesionales de la oficina de farmacia también tiene un impacto positivo en la seguridad en la carretera.
Con motivo de la Semana de la Seguridad Vial en Madrid, varios expertos se reunieron para poner en común la importancia de fomentar el consumo responsable de medicamentos para mejorar la seguridad al volante. «Hay que hablar al paciente sobre los riesgos de conducir durante el tratamiento y animarle a que revise el prospecto del medicamento», apuntó Beatriz de las Heras, catedrática de la Facultad de Farmacia de la UCM.
El pictograma de la conducción de la AEMPS
Se calcula que cerca de un 20% de los fármacos autorizados por la AEMPS llevan en su envase el pictograma de la conducción, como forma de recomendar al usuario la lectura del prospecto para informarse de los efectos del medicamento. Algunos de los efectos más habituales que este tipo de productos pueden provocar son los siguientes:
- Somnolencia
- Dificultad de concentración.
- Visión doble o borrosa.
- Sensación de vértigo.
- Disminución de reflejos.
- Falta de coordinación.
- Sensación de inestabilidad.
- Desvanecimientos o mareos.
Se trata de síntomas que, en condiciones normales, no suelen presentar grandes riesgos para el usuario pero que pueden resultar letales si se dan en pleno manejo de un vehículo. La labor de los profesionales de la farmacia comunitaria y, en concreto, del servicio de dispensación farmacéutica, resulta como siempre fundamental para garantizar un acceso seguro a los medicamentos por parte de los pacientes.
