
Cada vez que nos ponemos al volante de un vehículo estamos asumiendo una serie de riesgos. Incluso respetando escrupulosamente toda la normativa vial, circulamos a velocidades que pueden resultar letales en caso de colisión. Para evitar el riesgo de accidentes es necesario que nuestra atención esté al cien por cien enfocada en la carretera, y que nuestras capacidades psicomotrices no se vean afectadas de ninguna manera. Y es por ello que es fundamental conocer los efectos que los medicamentos tienen en la conducción.
De igual forma que ya hace muchos años que tenemos asimilados los riesgos de mezclar alcohol y conducción, ya es hora de normalizar la idea de que algunos fármacos también pueden mermar de manera significativa las habilidades de los conductores e incrementar de manera notable el riesgo de accidente.
Se estima que el 25% de los medicamentos de consumo habitual pueden presentar algún tipo de efecto en la capacidad de conducir. Si a este dato sumamos el desconocimiento general (tres de cada cuatro personas admiten no conocer los efectos secundarios de los medicamentos que consumen), nos encontramos con un cóctel vial muy peligroso. Y es que, según la Dirección General de Tráfico (DGT), el 5% de los accidentes de tráfico se produce como consecuencia de los efectos del consumo de fármacos.
La farmacia comunitaria, clave en su papel de sensibilización
En este escenario, contar con unos canales de información sanitaria sólidos y confiables resulta ser la mejor medicina contra el desconocimiento, ¿y qué mejor canal que nuestras farmacias? Una vez más, la farmacia comunitaria ejerce un papel clave como agente social gracias a su posición como establecimiento sanitario cercano a la ciudadanía y a los amplios conocimientos de los profesionales en materia de medicamentos y productos farmacéuticos. ¿Y cómo puede la farmacia contribuir a mejorar el acceso a la información de los pacientes?
- A nivel individual, a través del servicio de dispensación farmacéutica, que constituye la actividad básica del profesional de la farmacia y está dirigido a garantizar que los pacientes reciban y utilicen los medicamentos de manera adecuada.
- A nivel institucional, participando en campañas de sensibilización, como el COF de Navarra el pasado julio, en colaboración con la Dirección General de Tráfico de la provincia. Esta acción, en palabras de la presidenta del COF Navarra, buscaba «sensibilizar e informar sobre los efectos negativos que determinados medicamentos pueden tener sobre la conducción».
Todavía queda camino por recorrer para normalizar estos conocimientos, y asociar los riesgos de ciertos medicamentos a la conducción de igual manera que hacemos con el alcohol y otras sustancias. Pero, con apoyo de la farmacia comunitaria, estamos en el buen camino.