Si hay una palabra que durante los meses más oscuros de 2020 ha aportado luz y esperanza al futuro de nuestra salud, ésa es «vacuna». Con la pandemia azotando sistemas sanitarios y economías en todos los países del globo, la vacunación ha cobrado este año una relevancia sin precedentes, al menos en lo que llevamos de siglo. Basta con indagar en las tendencias de búsqueda de Google de los últimos cinco años para comprobar cómo ha aumentado el interés por la vacunación a raíz de la pandemia de la COVID-19.
Es cierto que este interés no se ha dado exclusivamente en términos positivos. El notable incremento del interés en las vacunas ha venido acompañado de ciertos movimientos que instigan la suspicacia hacia uno de los mayores avances sanitarios de la medicina moderna, y la mejor herramienta para la inmunización y prevención de enfermedades. Por suerte, contamos con agentes sanitarios cada vez más implicados en crear un hábitat de comunicación confiable y veraz para hacer llegar a pacientes y ciudadanía información sanitaria rigurosa y contrastada sobre los asuntos de más actualidad.
Crece el número de profesionales de la salud que se suman a los canales digitales con afán divulgativo, para aportar credibilidad y sensatez a unos medios virtuales enmarañados con ruido y desinformación. Un ejemplo ineludible lo encontramos en el portal Salud Sin Bulos, una iniciativa digital activada por profesionales de distintas áreas sanitarias (farmacia, medicina, enfermería) y avalada por numerosas sociedades del ámbito de la salud que nace con el objetivo de abordar las fake news sanitarias desde una óptica científica e informada, y siempre basada en la evidencia. Hace escasos meses publicaban este artículo que desmontaba varios bulos vinculados a la vacunación que poblaban las redes sociales.
Sin duda, la farmacia comunitaria también ejerce un rol como agente social y facilitadora de información de salud fiable y contrastada, y resulta muy relevante en el fomento de la vacunación como instrumento clave para la salud de la sociedad. El pasado abril, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos anunció su adhesión a la campaña de la Semana Europea para la Promoción de la Vacunación, con la meta de ofrecer información objetiva y completa a la ciudadanía.
¿En cuántos países se administran vacunas en la oficina de farmacia?
El papel de la farmacia comunitaria, en algunos casos va más allá de una concienciación sin duda valiosa y necesaria. Un reciente sondeo mundial de la Federación Internacional Farmacéutica, bajo el título «Una panorámica del impacto de la farmacia en la cobertura vacunal» ha puesto de manifiesto que la vacunación en oficinas de farmacia es un procedimiento habitual en más de 36 países del globo, y existen programas para su implantación en otros 16 estados. Los tipos de vacuna más habituales que se administran en farmacia son la de la gripe, hepatitis B y tétanos; también se encuentran en la lista la del sarampión, malaria o pneumocócicas.