Imagen de una oreja con un pendiente

Las modas son cambiantes, como las mareas, y lo que antes era cosa de una vez en la vida y sólo la mitad de la población, cada vez tiene más demanda: perforarse el lóbulo de la oreja ya no es algo que sólo se haga a las niñas recién nacidas. Tanto mujeres que quieren disponer…

Las modas son cambiantes, como las mareas, y lo que antes era cosa de una vez en la vida y sólo la mitad de la población, cada vez tiene más demanda: perforarse el lóbulo de la oreja ya no es algo que sólo se haga a las niñas recién nacidas. Tanto mujeres que quieren disponer de un segundo hueco para ornamentar su órgano auditivo, como hombres (generalmente jóvenes) que quieren seguir nuevas o viejas modas o a los que, simplemente, les gusta llevar pendiente, pueden necesitar en un momento dado agujerear el lóbulo de su pabellón auricular.

Por supuesto, todo lo relacionado con la perforación de partes de nuestro cuerpo requiere unas medidas sanitarias y de higiene que no pueden ni deben obviarse. Todo agujero en nuestro cuerpo es un foco de infección, y realizar esta perforación de forma errónea puede acarrear muchos problemas.

Una farmacia es buen lugar para realizar estas perforaciones, siempre que dispongan de una zona apartada y adaptada para ello. Es importante recordar que sólo tienen autorización para perforar el lóbulo, pero pueden aportarte algunas ventajas. Para empezar, cuentan con conocimientos sanitarios para realizar la perforación, y que si están certificadas para ofrecer el servicio es porque cuentan con material adecuado y correctamente esterilizado.

Además, es primordial a la hora de realizar perforaciones, que se realicen en espacios limpios y seguros, y la farmacia puede ofrecer unas condiciones de higiene inmejorables que harán al cliente sentirse mucho más tranquilo.

En cualquier caso, ya se lleve a cabo en farmacia o en un local especializado en piercings, el ciclo de perforación de la oreja no termina tras realizar la perforación; es aquí cuando empieza la responsabilidad del cliente.

  • La limpieza diaria, tres veces al día y con jabón neutro, es básica para evitar infecciones. En la farmacia podrán ofrecerte productos más específicos para el cuidado del piercing y el agujero.
  • Evitar manosear el pendiente de forma constante y, sobre todo, sin lavarse antes las manos. Cualquier rastro de suciedad puede convertirse en una potencial infección.
  • No extraer los pendientes medicinales, hechos de materiales hipoalergénicos hasta que la herida haya cicatrizado.

Un agujero en el lóbulo de la oreja no deja de ser una herida que hay que cuidar y vigilar si se quiere evitar la aparición de infecciones u otros problemas potenciales. Si se toman las precauciones adecuadas (que se indicarán en el lugar donde se haga la perforación), se evitará que la moda tenga un “coste” más alto del previsto.

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