
Si hay una época del año en la que podemos eliminar la palabra rutina del diccionario, ésa es el verano. Hay más horas de sol, mejores condiciones climatológicas para estar en la calle, más posibilidad de hacer planes diferentes… y luego están las vacaciones, los viajes de verano (en familia, en pareja o con amigos), las licencias alimentarias, los excesos festivos… Es una estación de autoindulgencia y placer, pero también de búsqueda de nuevas experiencias y retos. Como todo cambio, tiene sus consecuencias, y tiende a pagar el peaje el cuerpo en forma de dolencias, malestares o enfermedades que no se presentan con tanta asiduidad durante otras épocas del año.
La farmacia comunitaria, como aliada clave para el cuidado de la salud y primera línea de atención sanitaria, se convierte en muchas ocasiones en el punto de contacto inicial del paciente con el Sistema Nacional de Salud. Por eso, puede ser interesante hacer un repaso de las consultas más habituales que pueden darse en una farmacia comunitaria una jornada cualquiera de verano.
Os traemos un post en dos partes, recopilando consejos para las principales consultas farmacéuticas del verano.
- Dermoprotección. Proteger su piel del sol debe ser una de las principales misiones de los pacientes en verano, para prevenir quemaduras solares, eczemas y reducir el riesgo de cáncer de piel. Para ello, la farmacia comunitaria puede ofrecer valiosos consejos, atendiendo al decálogo de fotoprotección del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos:
- Usar fotoprotección y ropa adecuada para actividades al aire libre, incluso en días nublados (cuidado con el resol), y evitar la exposición al sol en las horas centrales.
- Evitar exponer al sol a los menores de tres años.
- Informar sobre la interacción de algunos medicamentos sobre el sol.
- Hidratar la piel tras exposición solar.
- Proteger también los ojos con gafas homologadas.
- …
- Problemas de circulación. Otro de los problemas habituales del verano son las varices. El calor provoca una vasodilatación en las venas que puede impactar sobre el retorno venoso y dar lugar a uno de los grandes enemigos estéticos del verano: las varices. Pero no nos engañemos, las varices pueden ser signo de un problema de salud mayor, y conviene vigilarlas y cuidarlas. Por ello, la farmacia puede ofrecer distintos consejos:
- Caminar de forma regular.
- Refrescar las piernas.
- Masajear en el sentido del retorno venoso.
- Uso de venotónicos.
- Dormir con los pies en alto.
Hasta aquí este primer volumen de consultas farmacéuticas habituales en verano. La semana que viene volveremos con la segunda parte.