
La semana pasada comenzamos a analizar algunos de los principales motivos de consulta farmacéutica durante el verano. La dermoprotección y los problemas de circulación se encuentran, sin duda, entre las complicaciones más habituales de esta época del año. Pero no son las únicas.
Hoy seguimos analizando otros problemas que pueden encontrar su solución con la siempre inestimable ayuda de la botica, el establecimiento sanitario más cercano al paciente, que cada vez apuesta más por su función asistencial, más allá de la dispensación de medicamentos.
- Problemas de oídos. Las piscinas son uno de los escenarios habituales de esta época, y también pueden convertirse en el origen de uno de los problemas que sufren los niños con más asiduidad en verano: la otitis. Si los síntomas confirman que la otitis ya está presente, lo adecuado es derivar al paciente al médico. Si por el contrario lo que se busca es la prevención, la farmacia puede recomendar el uso de tapones y mantener el oído bien seco. Además, si se quieren eliminar tapones de cera, es recomendable el uso de un spray ótico con un ingrediente activo que favorezca la fragmentación.
- Picaduras. El verano es época de playa y tiempo libre, pero también de calor y humedad, dos elementos que llaman a los que son, posiblemente, los inquilinos más incómodos del verano: los mosquitos. Estos molestos insectos requieren especial atención cuando se viaja a países con alerta sanitaria por transmisión de ciertas enfermedades (como el caso del Zika en 2017), o a países donde estén activas patologías como el paludismo o la fiebre amarilla. La farmacia puede recomendar repelentes basados en IR3535 o DEET para reducir el riesgo de picaduras de estos insectos.
Para prevenir picaduras de avispas, abejas, u otros insectos de comportamiento territorial, el principal consejo es simple: no acercarse a lugares donde haya nidos o colmenas. En el caso de picaduras de abeja, conviene extraer cuanto antes el aguijón, ya que la inyección de veneno puede continuar hasta más de un minuto después de la picadura.
- Problemas digestivos. Las vacaciones también son época de autoindulgencia y, no nos engañemos, algún exceso que otro. Por ello los gases y las digestiones pesadas son bastante frecuentes en esta época. Puede ser de gran ayuda para el paciente un compuesto que incluya simeticona para prevenir la formación de gases y pancreatina para aliviar las molestias digestivas.
Esperamos que este pequeño repaso en dos volúmenes os haya sido de ayuda. Pero sois vosotros y vosotras quienes estáis día a día en primera línea de atención al paciente, y es posible que nos dejemos alguna otra consulta frecuente. No dudéis en comentarnos qué otros motivos de consulta farmacéutica suben como la espuma en verano.