
La celebración del Día Mundial de la Diabetes ha dejado, como cada año, un buen volumen de información sobre el que reflexionar. Se trata de una enfermedad que aumenta cada año, especialmente la tipo 2, debido a factores ligados al estilo de vida. En la actualidad 425 millones de personas viven con diabetes mellitus en todo el planeta; en España hay 6 millones y se calcula que cada día se diagnostican 1.100 nuevos casos de diabetes tipo 2.
Con estas cifras sobre la mesa, es evidente que estamos ante un problema de gran envergadura, y es necesaria una participación multidisciplinar para ofrecer una atención de calidad a los pacientes. El tema de este Día Mundial a la Diabetes refiere a la familia como un elemento clave en la gestión de la enfermedad. Las personas que forman parte del día a día del paciente pueden intervenir de forma positiva en el control de la enfermedad, ya sea en forma de apoyo, de motivación, de recuerdo de la medicación…
La farmacia comunitaria, como establecimiento sanitario de máxima cercanía al paciente, puede contribuir de forma muy efectiva a mejorar la adherencia al tratamiento y, consecuentemente, ayudar al paciente a lograr un mejor control de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones. Según destaca el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, tras un estudio piloto realizado en farmacias comunitarias españolas, el farmacéutico tiene un importante papel en la detección del paciente con diabetes, y también es fundamental en la adherencia y el seguimiento, factores clave en este tipo de pacientes.
Los farmacéuticos comunitarios son los profesionales sanitarios expertos en medicamentos, y como tal, velan por que los pacientes se administren la medicación de forma adecuada y segura. En esa misma línea, la red de farmacias centinela de Castilla y León (compuesta por 170 farmacias), ha iniciado un estudio de investigación que se centrará en la medicación de los pacientes con diabetes. El objetivo es identificar posibles reacciones adversas durante el último medio año.
Se estima que los pacientes visitan al endocrino de media cada tres meses, mientras que la farmacia la visitan mensualmente. Por este motivo, la farmacia comunitaria puede convertirse en un espacio clave en la gestión de la diabetes, y tender una mano a los pacientes, sumando un aliado más en su lucha diaria.